Embalse de San Juan

El embalse de San Juan, conocida como la «playa de Madrid», es un lugar ideal para disfrutar de actividades al aire libre, tanto náuticas (dispone de un puerto para embarcaciones) como montar en bicicleta, pasear o hacer deporte en pleno contacto con la naturaleza. Podréis disfrutar de un baño en sus tranquilas aguas, un picnic en los merenderos de la zona, o practicar todo tipo de deportes náuticos como kayak, paddle surf, moto acuática, vela o incluso pesca.

Se trata de una zona rica en pinares próxima a las primeras estribaciones de la sierra de Gredos, donde el valor paisajístico del embalse lo convierte en un destino muy frecuentado por senderistas y amantes de la naturaleza.

Las zonas más visitadas del embalse de San Juan son el Cerro de San Esteban (orilla derecha del pantano) y la Lancha de San Yelmo (orilla izquierda), mientras que las mejores zonas para el recreo son la “Virgen de la Nueva” y “El Muro” que cuentan con restaurantes, merenderos, chiringuitos y empresas de alquiler de embarcaciones.

Sus aguas esconden dos importantes edificios históricos que forman parte del legado cultural de San Martín de Valdeiglesias: un puente medieval de ocho ojos que unía los dos márgenes del río y las ruinas de la originaria ermita de la Virgen de la Nueva, que quedaron anegadas por las aguas cuando se construyó el embalse.

En sus alrededores, conviene descubrir los términos municipales de Pelayos de la Presa, San Martin de Valdegilesias o Navas del Rey, con su importante arquitectura religiosa y sus fortalezas, y con una gran oferta gastronómica.

A orillas del embalse, encontramos el «Bosque Encantado«, un jardín botánico único en Europa donde podrás relajarte y perderte tranquilamente en sus caminos disfrutando de la belleza de las más de trescientas esculturas vivientes realizadas por los mejores artistas de arte topiario de Europa y más de 500 especies vegetales de todo el mundo.

Por último, situado en el término municipal de El Tiemblo, en la provincia de Ávila, encontramos los Toros de Guisando. Se trata de un conjunto escultórico vetón de los siglos II y I antes de Cristo, formado por cuatro esculturas realizadas en granito.